sábado, 29 de octubre de 2016

En busca de nidos históricos de quebrantahuesos en la Sierra Salvada


El sábado 24 de septiembre iniciamos la búsqueda de antiguos nidos de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en los cortados próximos al Pico del Fraile (Sierra Salvada, Álava). El motivo que nos empujó a esta búsqueda fue la cita de Julián Aldaz y Emazábel en el Catálogo de las aves observadas en Guipúzcoa y Vizcaya publicado en 1918 donde habla del quebrantahuesos de la Peña de Orduña:

Estas aves también anidan en esta región, siendo uno de los puntos la Peña de Orduña (Vizcaya), donde en Junio de 1912, fue capturada una cría recién salida del nido. Este ejemplar fue criado durante un año por el R. P. Valentín Mayordomo, profesor de Historia Natural del Colegio de los PP. Jesuítas de aquella localidad (Orduña), en cuyo Museo se halla actualmente disecado. (Ver entrada en este mismo blog sobre el quebrantahuesos de la Peña de Orduña).



Aunque el término de Peña de Orduña es muy poco concreto y podría referirse a una extensión que llegaría abarcar desde el pico Bagate hasta el Txolope, incluso más allá, supusimos que probablemente se refiriera al entorno del Pico Txarlazo y concretamente al circo de Tertanga donde existen además una serie de cavidades en sus paredones que podrían ser adecuadas para albergar nidos de quebrantahuesos. Desde luego el nido pudo encontrarse en otro lugar del entorno pero en este primer contacto no se trataba tanto de localizarlos como de determinar la posibilidad técnica de acceder a las cavidades y realizar una primera valoración.


Deposiciones y egagrópilas de buitre leonado en una de las cuevas
El descenso a las cavidades  fue realizado por varios miembros del Grupo Espeleológico Takomano (enlace al blog del GET): Israel, Aitor, Rubén, Iñaki e Igor, mientras que los demás, armados con telescopio, les íbamos dando indicaciones a través de los walkie-talkies para que pudiesen localizar y descender hasta las cueva dentro de la vasta pared.
Plásticos de diferentes tipos en egagrópilas de buitre leonado lo que confirma la alimentación de la especie en vertederos que pueden estar a decenas de kilómetros de distancia. Mechero para comparar tamaños.
A pesar de que tanto los pollos de buitre leonado (Gyps fulvus) como de alimoche (Neophron percnopterus) habían abandonado el nido unos meses antes, nos aseguramos de que estuviesen vacíos; además de comunicar la actividad a la Diputación Foral de Álava, como administración responsable de la gestión de este espacio protegido. Es preciso recordar que cualquier actividad de este tipo requiere el correspondiente permiso de la administración. 

Descenso a una de las cavidades de Sierra Salvada
La confirmación de la ocupación de alguna cavidad por el quebrantahuesos vendría dada por la presencia de los característicos excrementos blanquecinos producto de una dieta con un alto contenido de material óseo y que reciben comúnmente el nombre de “tizas”.

Descenso a una de las cavidades en Sierra Salvada
A lo largo del día se descendió a tres cavidades del circo de Tertanga con resultado negativo. En estos tres casos en los que se accedió directamente a la cueva  y en todas las demás que localizamos a través de los telescopios observamos gran cantidad de deyecciones de buitre leonado que ocupan habitualmente este lugar, lo cual hace muy difícil la conservación y hallazgo de las tizas.

Miembros del Grupo Espeleológico Takomano
Por otra parte, existen numerosas cavidades en todo el paredón que conforma la vertiente norte de esta sierra y muchas de ellas son de muy difícil acceso debido a la verticalidad y altura de dichos paredones. A esto hay que añadir la inestabilidad de la roca en algunos tramos en los que el riesgo de desprendimiento es elevado. El acceso es delicado, solo factible para expertos. Todo el material usado para asegurar las maniobras fue retirado quedando la pared completamente limpia.

Descendiendo a una cavidad en Sierra Salvada
La conclusión es que si no se conoce previamente el lugar aproximado donde nidificaron esta aves, tal como ha ocurrido en otros lugares como Sierra de Grazalema o Sierra de Espuña, donde sí se han confirmado los puntos de reproducción al encontrase las tizas, no es factible la búsqueda de nidos y aun así es poco probable que se encuentren indicios de su presencia debido a la cantidad de deposiciones y al uso permanente que hacen los buitres leonados de toda cavidad y repisa de los cortados de Sierra Salvada.

Descenso a una de las cavidades
Un futuro descenso a otras cuevas estaría justificado solo por la aparición de algún dato que concretase el lugar de nidificación del quebrantahuesos con más exactitud o la localización de alguna cueva que reúna una serie de condiciones que se consideren aptas como escaso uso por parte de los buitres leonados, cierta profundidad o acceso en condiciones de seguridad.



1 comentario:

  1. Hay muchas cuevas en esas paredes. Habría sido una gran suerte haber encontrado el nido del Quebrantahuesos con inspeccionar solo tres de los emplazamientos posibles. Ánimo y a seguir buscando las "tizas". Me ha extrañado que las paredes de Pico Fraile pudiesen entrar dentro del nombre de Peña de Orduña.

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